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martes, 13 de diciembre de 2011

Moody`s, Fitch y S&P: las hijas del ferrocarril


Presentamos este artículo tomado del diario económico La Republica, donde se hace un breve recuento del surgimiento de las agencias calidicadoras de riesgo. De la crisis económica y de confianza se nutren estas firmas que otorgan calificaciones al manejo económico de corporaciones y hasta países. El prestigio de las agencias depende en gran medida de su credibilidad.

Madrid No sería fácil olvidar aquel día de septiembre. El verano había lanzado síntomas enrarecidos de un posible fin de ciclo, pero nada hacía presagiar que pudiera pincharse aquella gran burbuja. Tuvo que caer uno de los grandes bancos estadounidenses para arrastrar al mundo a una depresión económica sin precedentes.


No hablamos de septiembre de 2007, sino del mismo mes... pero de 1873. Tampoco, por lo tanto, del negocio hipotecario, sino de la venta de bonos para promover ferrocarriles. Aunque el caso recuerde a Lehman Brothers, el nombre de la entidad que quebró era Jay Cook & Company. Hay, por último, otra gran diferencia: hace un siglo y medio, no existían las agencias de calificación. John Moody tenía cinco años; Henry William Poor era un veinteañero; John Fitch nacería en esa década.

La vida de todos ellos quedó marcada por la Revolución Industrial. El primer septiembre negro ¿Qué ocurrió en aquel septiembre negro? Los grandes proyectos ferroviarios en EE.UU. se habían convertido en la mayor oportunidad global de inversión. Jay Cook & Company, lanzó al mercado una suscripción de bonos de US$100 millones de Northern Pacific Railway.

Sin embargo, las dudas que ya había empezado a generar este negocio, unido a la política monetaria del presidente Grant, o a la Guerra Franco-Prusiana, complicaron la emisión. El encadenamiento de todos estos motivos obligó a Jay Cook a comprar el 75% de las participaciones. En pocos días, esto provocó su quiebra. El veinteañero Henry William Poor pudo ver cómo "los inversores se iban de Wall Street como el perro que huye de una sartén de hojalata atada a su rabo". La Bolsa cerró diez días por primera vez y se calcula que unas 5.000 compañías quebraron en aquella gran depresión.

Más de 39.000 kilómetros de ferrocarril se habían quedado en el aire. La crisis demostró la necesidad de tener agencias para medir el riesgo de las inversiones. Y sus detractores, se preguntan: ¿Por qué en EE.UU. y no Europa?. Richard Sylla enumeró tres motivos:

1. En Europa se financia con préstamos bancarios y capital propio, no con bonos.Pero en EE.UU. la economía escontinental y lleva a proyectos mayores.

2. La necesidad de fondos se originan con la construcción de ferrocarriles, que es realizada por empresas privadas .

3. A partir de 1850, estas compañías tienen un tamaño demasiado grande para financiarse con bancos o con emisión de acciones, por lo que surgió un mercado de bonos del ferrocarril. La crisis de los años setenta en el siglo XIX creó el entorno adecuado para que nacieran agencias capaces de dar una indicación a los inversores sobre la capacidad del emisor de estos bonos de cumplir los términos del contrato.

Y entonces nacieron las agencias

Tuvo importancia la labor de Henry Varnum Poor y su hijo Henry William Poor, que publicaron bajo el sello Poor`s Manual y aportaban información de activos, compromisos y ganancias de las firmas ferroviarias. Hay que esperar a John Moody para ver la calificación de títulos con triple A. Luther Lee Blake pasó a la posteridad con el nombre de su empresa, Standard Statistics Bureau (hoy S&P), en 1923 entró en el negocio de la calificación de los bonos municipales. Por último, en 1913, John Knowles Fitch comienza a expresar sus calificaciones de riesgo con la escala AAA a D.

Thomas Friedman

Periodista

"Existen dos superpotencias en el mundo, EE.UU. y Moody`s; uno te puede destruir con sus bombas y el otro bajando tu calificación".

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